martes, 18 de junio de 2013

Consecuencias

El aislamiento, el encierro y una mínima estimulación mental y física provoca graves comportamientos autodestructivos llamados Zoocosis. Un animal zoocótico es aquel que ha sufrido daños mentales debido a la cautividad. Estos animales muestran comportamientos obsesivos, anormales y repetitivos, siendo prueba de que un animal está sufriendo profundamente. Una simple recorrida por el zoológico bastaría para notar cada uno de estos síntomas.
La zoocosis se puede detectar no sólo en animales de zoológicos y circos, sino que también lo pueden padecer animales de granjas, de laboratorio o en otras situaciones de cautividad. Sin embargo, este tipo de comportamientos anormales y obsesivos NO ocurren en la vida salvaje.


  • Deambular constantemente: caminar de arriba a abajo, siguiendo el mismo recorrido sin cesar. Pueden presentar este comportamiento los felinos y los cánidos.
  • Dar vueltas en círculos: es una forma de deambular incesantemente.
  • Lamer repetitivamente: las paredes, barrotes o las puertas de la jaula. Las jirafas suelen presentar este comportamiento.
  • Girar el cuello de forma antinatural: suele ser
    característico de los primates en cautividad.
  • Morder repetitivamente
  • Balancearse: balanceo constante de lado a lado mientras permanecen de pie. Se puede observar en elefantes.
  • Mecerse: balancearse hacia delante y hacia atrás de forma obsesiva, a veces sentados y abrazados a alguna cosa. Suelen presentar este comportamiento los simios.
  • Apatía: pasividad y falta de reacción a los estímulos. Esto suele ser causa de la marginación y la separación forzosa de sus grupos sociales.
  • Agresividad: hacia objetos, animales o personas.  
  • Automutilación: los animales que sufren zoocosis pueden auto-infligirse daños como morderse la cola, las extremidades, o golpearse la cabeza contra la pared.
  • Coprofília: modo antinatural de comer y jugar con los excrementos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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